Por los años 80, siendo tan sólo un chico, Corey Feldman conoció la fama de cerca estando al frente de películas famosas como "The Goonies", "Gremlins" y "Stand by me". Pero detrás de las cámaras, padeció cada minuto de gloria.

Es que, según relató en su autobiografía llamada Coreyography, desde chico sufrió el maltrato de su madre, una exconejita de Playboy sumergida en la depresión, que lo obligaba a mantenerse delgado, lo golpeaba y hasta le prohibía andar en bicicleta para que no tuviese accidentes y pueda trabajar.

Corey se convirtió así en el único sustento de la familia, y recordó que una vez fue despedido de un casting y su madre le dio una brutal golpiza: "Me pegó en las costillas, los brazos y la cara. Me dejó el cuerpo en carne viva y sangrando. Ella quería matarme".

Pero su padre no ayudó demasiado, un músico que lo sumergió en el mundo de las drogas y lo entregó a un manager que abusó sexualmente de él en varias oportunidades.

"El problema número uno de Hollywood es, fue y será la pedofilia. Y abarca a todos los niños actores. Mi manager Ron me violó y parecía algo normal", dijo.

Pero no sólo le tocó a él, sino a su amigo Corey Haim, quien murió hace tres años: "En 1986 filmábamos "Lucas" cuando un hombre adulto lo llevó a una zona aislada y lo violó. Ese hombre es una de las personas más exitosas del cine actual", disparó.

Miércoles, 23 de octubre de 2013