CONFLICTO
Sube la tensión entre Venezuela y Estados Unidos tras la expulsión de diplomáticos
El presidente Nicolás Maduro advirtió que no habrá buena relación con EEUU hasta que este país “entienda” que debe “respetar” a su país, mientras Washington negó que participe de cualquier “conspiración para desestabilizar al gobierno venezolano”.
“No puedo permitir que ningún gobierno se inmiscuya en asuntos internos pero, más que inmiscuirse, participe en un plan para desestabilizar Venezuela, para sabotear a las empresas básicas”, afirmó Maduro en un mensaje transmitido por la cadena oficial de radio y televisión.
El mandatario subrayó que “hasta que el gobierno de Estados Unidos no entienda que tiene que respetar a Venezuela, que es un país soberano, sencillamente no habrá relaciones cordiales ni comunicación cordial”, informaron las agencias de noticias AVN, ANSA y EFE.
Asimismo, condicionó el restablecimiento de un diálogo bilateral a que “el gobierno del presidente (Barack) Obama (se) rectifique” y sólo entonces Venezuela establecerá “puntos de contacto nuevamente para conversar los asuntos comunes, las diferencias”.
Maduro hizo estas declaraciones tras haber dispuesto ayer la expulsión de Venezuela de Kelly Keiderling -encargada de negocios, el más alto cargo de la embajada-, Elizabeth Hoffman y David Moo, funcionarios de la representación diplomática estadounidense en Caracas.
Según el mandatario, organismos de inteligencia “detectaron” que los diplomáticos expulsados mantuvieron “varias rees” con “la extrema derecha” relacionadas con “planes de saboteo al sistema eléctrico y económico de la nación”.
Mientras tanto, la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, afirmó que Estados Unidos “rechaza completamente su participación en cualquier conspiración para desestabilizar al gobierno venezolano”.
En su rueda de prensa diaria, en Washington, Psaki dijo que, según la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas, el gobierno estadounidense “puede tomar acciones recíprocas” tras la expulsión de sus diplomáticos” aunque “todavía” se estaba “considerando qué acciones” adoptar.
“Eso es defender la dignidad y la soberanía de nuestros pueblos” Evo Morales Paralelamente, la propia Keiderling, en una conferencia de prensa en Caracas, sostuvo que las acusaciones hacia ella y los otros dos diplomáticos son “bastante graves” pero “no tienen asidero” y “demuestran que tal vez no se entiende muy bien lo que es el trabajo esencial de la diplomacia”.
“El diplomático no se debe limitar solamente al intercambio con el gobierno, por importante que sea; debemos conocer a los líderes del mundo político, económico, empresarial, cultural, académico, ése es el trabajo de la diplomacia; si la acusación es que nos reunimos con venezolanos, es verdad, nos reunimos con venezolanos”, señaló.
La expulsión de los diplomáticos estadounidenses fue celebrada por el presidente de Bolivia, Evo Morales, y criticada por el líder de la oposición venezolana, Henrique Capriles Radonski.
“Eso es defender la dignidad y la soberanía de nuestros pueblos”, dijo Morales durante la inauguración de una planta de gas en el sur de su país.
“Es un pote de humo más para que nuestro pueblo se distraiga y no le preste atención a los problemas de todos los días”, sostuvo Capriles en su programa semanal de televisión por internet.
Venezuela y Estados Unidos mantienen su relación diplomática reducida al nivel de encargados de negocios desde fines de 2010, cuando el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez, se negó a dar el beneplácito a Larry Palmer como embajador estadounidense y, como represalia, Washington retiró la visa al representante de Caracas, Bernardo Alvarez.
El 5 de marzo pasado, un rato antes de anunciar la muerte de Chávez, Maduro informó que había resuelto expulsar de Venezuela a dos funcionarios de la agregaduría aeronáutica a la embajada estadounidense, por “contactar a militares venezolanos para desestabilizar”, y Washington, en reciprocidad, expulsó a dos diplomáticos de Caracas.
La situación pareció reencaminarse cuando el 5 de junio pasado el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el canciller venezolano, Elías Jaua, se reunieron en Guatemala, durante la Asamblea General de la OEA, y acordaron avanzar hacia una relación “constructiva” que permitiera normalizar “pronto” el vínculo.
Como consecuencia de ese encuentro, la secretaria de Estado adjunta Roberta Jacobson llegó a reunirse a fines de ese mes con el encargado de negocios venezolano, Calixto Ortega, pero el 20 de julio Caracas dio por terminado el acercamiento luego de unas declaraciones de la candidata a embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power, a las que consideró “injerencistas”.
Miércoles, 2 de octubre de 2013
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