El argentino de 32 años, que ganó nada menos que seis títulos con el “Xeneize” (incluida la Libertadores 2007) viajaba con su esposa en una ruta de Córdoba cuando se estrelló con un equino en plena ruta. Su mujer está internada, él fue dado de alta.

Guillermo Marino sufrió un infortunio el fin de semana pasado, cuando viajaba por la ruta provincial Nº 2 de Córdoba, de la que es oriundo. Junto a su esposa, perdió el control de su BMW al interponerse un caballo en su camino. A la altura de la localidad de Noetinger, ubicada entre los Departamentos Unión y Márcos Juárez, se produjo el impacto, por lo que los bomberos fueron notificados y él junto a su mujer, trasladado hacia un centro médico cercano.

Horas más tarde, el futbolista que quedó libre de la Universidad de Chile y todavía no posee club, fue dado de alta; no así su esposa, Gisela Minella, quien fue internada en el Sanatorio Sudeste de Marcos Juárez. Las imágenes de los restos de su vehículo son impactantes y reflejan la gravedad de la colisión con el equino.

Marino nació en Los Surgentes y debutó en Primera en Newell’s, donde fue campeón en 2004. Luego pasó a Boca, donde tuvo dos períodos en los cuales levantó el Apertura 2005 y el Clausura 2006, así como también las ediciones de la Recopa Sudamericana 2005 y 2006, más la Sudamericana 2005 y la Libertadores 2007. Supo vestir los colores del Tigres mexicano y obtuvo cinco títulos con el elenco chileno.

Participó de la última Copa Libertadores con la “U” y de hecho le marcó un tanto a la “Lepra” en Rosario en la victoria visitante. Antes, participó de una recordada jugada en la que la bajó con la mano para facilitar un gol de Boca en la Bombonera contra los rosarinos.

Jueves, 15 de agosto de 2013