La fiscalía consideró que el acusado ac­tuó ante una situación límite de insegu­ridad. Según su abogada, salió en pro­tección de su esposa tras sus gritos.

LETICIA ABRAHAN "Fue un acto desesperado ante una amenaza directa a la vida de su esposa" Abogada del hombre que mató a un ladrón en Monte Caseros.
Un hombre fue imputado por el delito de exceso en la legítima defensa luego de que un joven de 27 años, que intentaba ingresar a su vivienda, falleciera a causa de un disparo. El caso, que ya ha generado gran conmo­ción en la localidad, pone de manifiesto la delgada línea entre la autoprotección y las consecuencias penales que pueden derivarse de un acto desesperado. El Ministerio Público Fiscal formalizó la imputación contra Navarre­te días atrás y podría resol­verse en un juicio abreviado.

El trágico episodio tuvo lugar cerca de las 4 de la ma­ñana en una vivienda ubi­cada en la calle General Paz al 1200. Según relató Leticia Abrahan, abogada del impu­tado de apellido Navarrete, su defendido y su esposa fueron despertados por ruidos extraños dentro de su propiedad. La situación escaló rápidamente cuando la esposa de Navarrete se encontró cara a cara con un intruso que la amenazó de muerte.

Al escuchar los gritos de su esposa, Navarrete acudió al lugar. En ese momento también se vio amenazado por el asaltante. Según la versión de la defensa, Na­varrete portaba un arma de fuego con la intención de di­suadir al ladrón. Sin embar­go, en medio del forcejeo y la tensa situación, se produjo un disparo que impactó en el intruso.

La abogada Abrahan enfa­tizó que el disparo se habría producido "sin intención de matar", argumentando que "el arma se accionó sola, no hubo intención de causar daño. Fue un acto desespe­rado ante una amenaza di­recta a la vida de su esposa y la suya".

El joven fallecido fue identificado como Miño, conocido con el alias de "Bebe". Fuentes policiales confirmaron que Miño tenía un historial de anteceden­tes penales y se encontraba bajo el régimen de libertad condicional. Fue hallado he­rido en la vereda de la casa y, a pesar de ser trasladado de urgencia al hospital local, falleció minutos después debido a la gravedad de sus heridas.

La investigación del caso ha revelado elementos cru­ciales que respaldan la ver­sión de la defensa. La Policía secuestró un cuchillo que, se presume, fue utilizado por el intruso durante el asalto, lo cual fortalece el planteo de legítima defensa por parte de Navarrete. La abogada Abrahan ha sido enfática al asegurar que el accionar de su defendido estuvo "plena­mente justificado" y que "se encuadra dentro de una le­gítima defensa privilegiada". Con esto, la defensa busca demostrar que no se trató de un caso de "justicia por mano propia", sino de una respuesta legítima ante una agresión inminente y grave.

La figura de la legítima de­fensa privilegiada es clave en este contexto. En el Derecho argentino se aplica en situa­ciones donde una persona se defiende de un intruso que ingresa a su hogar de noche y con signos de inten­ción delictiva, presumién­dose que la respuesta es pro­porcionada. Sin embargo, la imputación por exceso en la legítima defensa sugiere que la Fiscalía considera que la reacción de Navarrete pudo haber ido más allá de lo es­trictamente necesario para repeler la agresión.

Jueves, 26 de junio de 2025