En las últimas horas, se viralizó en redes un video que tiene como protagonistas a Natalia Oreiro y Ricardo Mollo. La pareja caminaba junto a su hijo Merlín Atahualpa entre los puestos de una feria artesanal, cuando son interceptados por una persona que les realiza un pedido.

“Por favor, somos de Santiago. ¿Nos podemos sacar una foto?”. Y entonces ocurrió la negativa de la actriz, que se hizo viral. “No, no, por favor. No podemos”, expresó, mientras el guitarrista de Divididos deja de sonreír y la acompaña.

El material publicado en la cuenta de X de El Canciller circuló con la velocidad que suele hacerlo en tiempos de redes sociales y las críticas se agolparon en torno a la actitud de la protagonista de Iosi, el espía arrepentido. Al ver las repercusiones, Oreiro grabó un video en primera persona para dar su versión de lo ocurrido.

“No pensaba pasar por acá para aclarar nada porque me parecía que no era necesario, pero como no me gusta la polémica, preferí contar el contexto”, explicó la uruguaya en el audiovisual casero. “Primero y principal, me parece súper importante tener la libertad de decir lo que uno quiere hacer: decir que no, no está mal y no estar disponible para el deseo del otro no es un problema de uno, sino, en todo caso, del otro”, comenzó su descargo.


Y continuó refiriéndose puntualmente al hecho que describió como “un video mío que pedía por favor que no siguieran sacando fotos” para detallar el contexto: “Estábamos con mi pareja y con mi hijo paseando un domingo como cualquier familia. A veces me olvido que de repente no somos cualquier familia, pero me encantaría poder serlo, a veces para tener la libertad de poder pasear como cualquier otro”, analizó, en referencia a la popularidad que tienen tanto ella como el músico.


Según su relato, durante el paseo se habían sacado fotos de manera amable con quienes se lo solicitaban, hasta que ocurrió lo que la hizo reaccionar: “Se empezó a juntar mucha gente. Y de repente una persona empieza a filmarme muy de cerca sin pedirme permiso y yo estaba con mi hijo al lado, y esa situación para mí fue altamente incómoda", sentenció.


A continuación, explicó por qué no desea exponer a Merlín, de 12 años: “No me gusta que lo filmen, no me gusta que compartan fotos de él ni que lo suban a las redes. Es menor de edad y además no elige esto. Les pedí por favor que no lo siguiera haciendo. Y esa persona me seguía poniendo el teléfono muy de cerca y había cada vez más gente”.

En ese momento, Natalia advirtió la reacción de Merlín: “Si ven detenidamente el video, mi hijo se va caminando para atrás y yo desde que soy mamá, mi prioridad es su bienestar e incluso en un lugar donde hay mucha gente en la vía pública, hasta me da miedo de perderlo. Cosas de madre. Mi hijo se va, yo miro a mi pareja y me voy”.


Finalmente, se refirió a las repercusiones generadas en torno a su comportamiento. “Lamento que no se haya entendido. Lamento si se armó una pequeña polémica. Creo que siempre fui una persona muy agradecida con lo que me tocó vivir e intento obrar en consecuencia a lo que elegí también como medio de vida”, expresó en referencia a la popularidad que le dio su trabajo artístico, pero también haciendo una salvedad.

“Eso no quiere decir que yo esté disponible todo el tiempo, porque también soy una persona común con un trabajo extraordinario. Me gusta dentro de lo que se pueda disfrutar como una familia normal y cuando estoy con mi hijo no me gusta que me invadan. Si no se entendió, lo siento mucho, pero me parece súper importante que se respete la negativa de alguien a no querer acceder al deseo del otro”, concluyó.

Miércoles, 7 de mayo de 2025