Se trata de un peligroso maleante que le robó a un remisero a punta de cuchillo en el barrio Juan XXIII. Fue capturado en un tiroteo. Lo llevaron a la comisaría Séptima y al rato escapó. La Policía nunca informó de su captura. Presuntamente para “tapar” la evasión.

Cristian David Fernández, alias “Baby”, es un viejo conocido de la Policía. No por sus buenas acciones, sino más bien por sus repetidas participaciones en casos de atracos a mano armada. Hace una semana, el joven de 25 años asaltó en la zona Sur de la capital correntina a un remisero, amenazándolo con un cuchillo. De esa manera le robó la radio base y al rato, en un intenso procedimiento en el que hubo disparos de armas de fuego, resultó detenido y conducido a la comisaría Séptima. Hasta allí todo parecía perfecto.

Pero ocurrió lo inesperado. El malviviente escapó y hasta el día de hoy sigue prófugo, con el agravante de que integrantes de la institución de seguridad habrían optado por nunca informar de la captura como tampoco iniciaron causa judicial simplemente para no quedar expuestos ante la evasión.

El martes 18 de junio a la madrugada, el chofer de un Fiat Uno, llamado Julio, permitió el ascenso de un pasajero a pocos metros del Hospital Escuela, quien le pidió viajar hacia “las 237”, en alusión al complejo habitacional ubicado en el barrio 3 de Abril.

Sin embargo, cuando llegaron a la esquina de Igarzábal y Argentina, del barrio Juan XXIII, frente al sector conocido como “La Chola”, el pasajero sacó un cuchillo, amagó apuñalar a su víctima y sustrajo el equipo de comunicación. Luego escapó corriendo.
Choferes de una remisería cercana colaboraron con Julio. “No trabaja con nosotros. Colaboramos con él nada más hasta que vino la Policía”, dijo a época un empleado de esa firma.

Acudieron policías que se internaron a los pasillos de “La Chola”, donde encontraron a “Baby”, lo persiguieron y detuvieron. Además recuperaron la radio. Fue una incursión arriesgada en una barriada reticente a la presencia de la Fuerza. Muchas personas vieron lo sucedido. E inclusive el damnificado reconoció a quien lo asaltó.

Una vez en la comisaría el asaltante fue alojado en una celda de la que huyó antes del amanecer. Hasta aquí nada nuevo. Hay una extensa lista de antecedentes de fuga. Lo malo fue que, para cubrir la evasión, supuestamente existió de parte de algunas autoridades la firme decisión de contar la verdad a medias.

Un comunicado oficial emitido a la prensa desde Jefatura, al parecer basados en un informe de aquella seccional, decía lo siguiente respecto al hecho: “Efectivos tras labores de prevención, lograron recuperar una radio base sustraída momentos antes del interior de un automóvil y la cual fue abandonada por el autor del hecho al emprender su huida...”. Reconocen el robo y el recupero del objeto, aunque nunca mencionaron la detención de “Baby” porque, si lo hacían, deberían revelar que se les escapó como por arte de magia.

Así las cosas, como en el mundo del revés, la causa de “robo calificado” aparece sin imputado alguno pese a saberse quién fue el autor, ahora libre y probablemente haciendo de las suyas. G.F.F.

Martes, 25 de junio de 2013