Se alistan los carnavales, el período de las festividades de fin de año, todo un combo de peligro potenciado por la negligencia de Vialidad nacional, la Municipalidad y la empresa constructora.

La obra de la autovía 12 no solo suma más demora sino también quejas y preocupación. Transitar por ese tramo de la ruta requiere un esfuerzo emocional y nervios de acero para esquivar autos, motos, carteles, pozos, montículos de tierra, el bloque new jersey y la conducción es a tientas porque no hay iluminación. No se recuerda en la historia de Corrientes que una obra vial haya demorado tanto y solo son 12 kilómetros.

Las quejas de los lectores del diario El Litoral no cesan en repudio a la demora de la autovía 12, que se inició en 2018 y apenas tiene un avance del 50 por ciento, con tramos que no se concluyen, pero se avanza en otros sin tampoco terminarlos. “No hay señalización, nadie controla el tránsito. Ingresar al aeropuerto es toda una osadía que requiere de una destreza al volante y ayuda sobrenatural para no cometer un error que derive en una tragedia”, se lamentó un lector.

“Hay desidia de quienes deben llevar adelante el proyecto: el Gobierno nacional, la Municipalidad y la empresa constructora. Son todas cómplices. No se entiende por qué no agilizan la obra, mucho menos por qué no se habilitan los pasos que ya se construyeron”, dijo enfurecido.

“Hace unos días, un camión tuvo un desperfecto mecánico frente al aeropuerto y el caos fue total. Filas de autos a la espera de poder transitar. Hubo algunos valientes que sortearon las imperfecciones de las banquinas y retomaron la ruta. Pero no fueron muchos”, agregó.


El retraso en la obra es difícil de soportar. El malestar crece, pero más aún el peligro. La ruta 12 revalidará su mote de ruta de la muerte si no se toman cartas en el asunto y ya se alistan los carnavales, el período de las festividades de fin de año, todo un combo de peligro potenciado por la desidia de Vialidad nacional, la Municipalidad y la empresa constructora JCR. Ninguno da respuestas al unánime clamor de los conductores que a diario deben sortear el riesgo de transitar por una obra que parece nunca acabar.

Viernes, 2 de diciembre de 2022