Debido a la ola de inmigración de latinoamericanos, la ciudad de Nueva York se prepara para darles asilo con grandes carpas que se están levantando en espacios públicos.

“Era obvio que algo había que hacer con los miles de latinoamericanos que están llegando a la ciudad. El alcalde Erick Adams le pidió fondos públicos a Washington para levantar estas construcciones gigantescas que se están erigiendo en Randall Island. Es el sitio donde jugaba el Rey Pelé cuando militó en el Cosmos. Es un lugar muy bien ubicado, con fácil acceso al transporte público.

Esta es una urbe pro inmigrantes. Existen muchas organizaciones religiosas y políticas que están ayudando al Estado nacional y local en semejante coyuntura. De todas formas, esta solución será solamente temporal” aseguró el periodista Mauricio Zabalza desde la Gran Manzana.

Las autoridades demócratas del ayuntamiento local acaban de inaugurar estos recintos para alojar temporalmente a los inmigrantes enviados en autobús por estados fronterizos sureños como Texas y Arizona, en manos de gobernadores republicanos.

La disputa política es insoslayable
El mencionado centro humanitario, ubicada entre Bronx, Manhattan y Queens, pretende ser un lugar de paso para varones adultos que viajan solos ya que las familias con niños están siendo derivadas hacia hoteles.

Miles de mexicanos, venezolanos, cubanos, nicaragüenses, salvadoreños y guatemaltecos llegan hasta la Gran Manzana en autobuses contratados en la frontera Sur de la Unión.

Cada uno de los gigantes de madera y plástico tiene una capacidad para quinientos hombres. Disponen de catres, instalaciones de lavandería, comedor, televisión, video juegos y teléfonos para que los recién llegados hagan llamadas internacionales.

El servicio dispone de almohadas, sábanas, mantas, elementos de higiene y toallas.


“Las sesenta y tres mil camas que tiene esta ciudad se preparan cada invierno para quienes están en situación de calle, ya que no podrían soportar en las veredas el frío que se avecina. Por ello, no queda mucho lugar para asistir a esta aluvión migratorio”, advirtió Zabalza.

Cabe destacar que pronto llegará el frío intenso a la ciudad más poblada de los Estados Unidos.

En octubre se vive la fiesta de Halloween con pullover. En noviembre, el cuarto jueves del mes, se asiste al Día de Acción de Gracias con pesadas camperas. En diciembre, es casi imposible aguantar a la intemperie el frío y la nieve de la denominada White Christmas.

“Las carpas están equipadas con calefacción pero nadie imagina que esta sea una solución permanente. Pronto, comenzarán a regir nuevas medidas inmigratorias y tal vez este fenómeno vaya bajando su intensidad. Es muy posible que esta laxitud que hoy vemos en la frontera se acabe luego de las elecciones de medio término” cerró el colega desde la ciudad que nunca duerme.

Lunes, 24 de octubre de 2022