El corazón que le implantaron ayer a Renzo provino de Capital y la donante fue una niña de dos años que falleció en el Hospital Pediátrico “Juan Pablo II”. En el mismo procedimiento, efectuado de madrugada, se procuraron un hígado y un intestino, que fueron destinados a otros dos pequeños internados en Buenos Aires.

El corazón que posibilitó el trasplante de Renzo fue procurado en Corrientes, luego de que una familia decidiera donar los órganos de su pequeña hija de dos años, fallecida tras un accidente. El operativo de ablación se extendió hasta la madrugada y también se permitió la extracción de órganos y tejidos que salvaron a otros dos chicos.
El operativo de ablación multiorgánica se efectuó en el hospital Pediátrico “Juan Pablo II” y movilizó a numerosos equipos de salud y de otras áreas. Además del órgano para Renzo, se ablacionaron un hígado y un intestino, que fueron trasladados a Buenos Aires.
Según informó el Centro Unico Coordinador de Ablaciones e Implantes de Corrientes (Cucaicor), el operativo se inició luego de que los padres de una niña de dos años, que falleció después de un accidente de tránsito en el Hospital Pediátrico, accedieran a donar los órganos de su hija. El hombre y la mujer, que también habían participado del mismo accidente, todavía estaban internados en otro centro de salud de Capital cuando tomaron la decisión.
Tras los preparativos locales, el sábado, a las 23, llegaron a Corrientes tres equipos médicos de Buenos Aires. Los profesionales del Hospital Garrahan ablacionaron el corazón que fue destinado a Renzo, mientras que el equipo del Hospital Italiano ablacionó el hígado, destinado a un niño de 2 años y 2 meses, y el de la Fundación Favaloro retiró el intestino, para ser trasplantado en un pequeño de 1 año de edad. El trabajo se extendió hasta las 3 de la madrugada del domingo, horario en que los equipos partieron nuevamente hacia Buenos Aires para concretar los trasplantes.

Lunes, 3 de junio de 2013