Con las restricciones debido al avance del COVID-19 ha incrementado el número de menores con sobrepeso en la región tras limitarse su actividad física y alimentación.

Al menos 3 de cada 10 niños y adolescentes, en edades comprendidas entre los 5 y 19 años, de América Latina y el Caribe tienen sobrepeso, una condición que aumentó en los últimos años, alertó en la víspera Unicef. “Durante este año y medio de pandemia, ha sido mucho más difícil para las familias comer sano. Madres y padres perdieron sus ingresos y los precios de los alimentos subieron”, dijo la directora regional de la entidad de la ONU de América Latina y el Caribe, Jean Gough. En América Latina y el Caribe durante el año pasado, el 7.5% de menores de 5 años vivían con sobrepeso, por encima del porcentaje del promedio a nivel mundial (5.7%) , según estimaciones de Unicef, la Organización Mundial de la Salud y el Banco Mundial.

Respecto a esto, la licenciada en Nutrición, Marcela Gauna (MP 395), en dialogó con Punto de Referencia indicó que está no es una realidad que escapa a Corrientes ya que, debido al confinamiento y el cierre de las escuelas, muchos niños y niñas limitaron sus opciones alimenticias y dejaron de frecuentar espacios para realizar actividad física, como las plazas.

Según Unicef, las principales causas del sobrepeso y la obesidad en la niñez son el consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas, que son más accesibles, de bajo costo y alta promoción en medios masivos, y la falta de actividad física. Gauna coincidió plenamente con esto: “Lo que vimos en la pandemia fue el aumento de ultra procesados y bebidas azucaradas, que son de fácil acceso, a estos e suma que hoy los chicos viven una vida más sedentaria por no salir a jugar, no haber ido al colegio mucho tiempo y en lugar de optar por alimentos saludable como frutas, eligen galletitas, azúcar, gaseosas y toda esta concentración se almacena en grasa que no se gasta y que fue algo que se fue agravando por las restricciones de la cuarentena”.

Para Gauna es necesario impulsar acciones desde el plano de la salud, no desde el castigo. “No puede ser que ya en edades tempranas los niños tengan sobrepeso, obesidad y que sigan creciendo así porque se van a convertir en adultos enfermos. Todo es una cuestión muy cultural, hay que tener en cuenta que un chiquito ‘reforzado’ como se dice, no significa que está bien nutrido. Alimentar de más no es siempre algo sano, darle de comer de más para que crezca no garantiza que coma bien”, detalló.

En este sentido, remarcó que el acompañamiento familiar para la adopción de mejores hábitos de alimentación es sumamente necesario, ya que los niños tienden a copiar lo que ven en casa. “Ante todo los padres se tienen que poder la camiseta y hablarles a los chicos, enseñar desde el ejemplo, mostrar que la salud es importante. Por ejemplo, tienen que facilitarle el poder comer frutas, planificar en la lista del súper la compra de frutas, dejar fruta cortada en un tuppercito para que sea más fácil comer en su viandita, o que el chico tenga fruta de postre o merienda en casa, dejarla lavada cosa que este apta para que la coman cuando gusten”.

Jueves, 16 de septiembre de 2021