El Lobo no hizo pie en Victoria y se vuelve a Mendoza con mucha preocupación por el nivel mostrado. Generó poco y cayó por 2 a 0 con el Matador, que se colocó como escolta de Almirante Brown. El equipo de Pozo sigue afuera de los puestos de clasificación.

Gimnasia no logra salir de su confuso presente deportivo, como también dirigencial. Las últimas semanas no han sido tranquilas para el mundo mensana y eso, seguramente, influye en lo anímico para afrontar este tramo del campeonato. La derrota con Quilmes hizo mucho daño y este lunes recibió otro cachetazo tras caer con Tigre por 2 a 0 en Victoria.

Pese a no tener un gran volumen de juego en el primer tiempo, el Matador pudo irse en ventaja. Lo logró un poco por la jerarquía de Milton Céliz para aprovechar una de las pocas situaciones que tuvo el equipo y, otro poco, por las fallas de un Lobo que continúa profundizando su crisis y está lejos de la solidez lograda en la primera parte del certamen.



En el complemento, Tigre siguió siendo mejor que el Lobo y definió el duelo luego de que el 11 ratificó su gran noche: mostró su olfato goleador para capturar un rebote en el área ajena y definió temprano el partido. De allí hasta el final, el Lobo mendocino fue incapaz de generar peligro continuo sobre la valla de Manuel Roffo, quien prácticamente no tuvo intervenciones de arrojo.

La próxima semana, en el Víctor Legrotaglie, recibirá a Alvarado de Mar del Plata y tendrá una nueva oportunidad de recuperar algo del terreno perdido que, por el momento, lo deja afuera de los puestos de clasificación al Reducido. Se ubica a un punto del cuarto y con mucho por jugar.

Martes, 10 de agosto de 2021