Escribe: Dr. Mario Quiroz, abogado y licenciado en Ciencias Políticas.- La Declaración que tuvo lugar el 9 de Julio del año 1816 en la Ciudad de San Miguel de Tucumán, posee una importancia de primera magnitud en la historia de nuestro país, puesto que completó el ciclo revolucionario iniciado ya en 1810 y en dónde se estableció de manera definitiva la liberación de la corona española y de toda nación extranjera.

La mañana del 9 de julio, cuándo Juan José Paso, luego de leer la proposición dentro de un clima de gran expectativa, preguntó a los diputados si deseaban que las provincias de la Unión conformaran una nación libre e independiente de los Reyes de España, los congresistas, más allá de los desacuerdos, respondieron afirmativamente con una aclamación cerrada y luego, individualmente, ratificaron la aprobación.

Este consenso unánime respecto a tan magno acontecimiento, “La Declaración de la Independencia”, nos hace reflexionar respecto a la valentía que tuvieron los protagonistas de nuestra historia para hacer frente a sus diferencias personales y a las dificultades que se les presentaban.

En un acto de valentía, desdeñando el dramático horizonte que rodeaba en ese momento al impulso independentista americano, las Provincias Unidas proclamaron algo que todos compartían. Lo venían sellando, desde seis años atrás, como lo testimonia el Acta de ese día.

Ese pronunciamiento constituye el más alto suceso en la historia de la República Argentina. Y que el cumplimiento de los dos siglos que han transcurrido desde entonces, marca un aniversario de su máxima significación.

Quiero compartir en este 9 de julio las palabras de nuestro Papa Francisco como lema y legado: “ante todo ¡Sed personas libres!, la libertad significa saber reflexionar sobre lo que se hace”.

Recordemos, evoquemos y llevemos en nuestro corazón la firme idea de que Dios fundó nuestra Patria argentina sobre la tierra para que hubiera menos hambre y menos frío. Dios la fundó para que fuera como un inmenso corazón en este mundo. Y como dice el Poeta, por algo hay un cielo en la bandera y un gesto noble y fraternal en el escudo.

Viernes, 9 de julio de 2021