Se trata de Justa Valenzuela, de 86 años, quien fue asesinada en diciembre de 2017. La hallaron en un cementerio sentada sobre una tumba con un crucifijo en la boca, la cara ensangrentada y cubierta de arena.

Con la lectura del requerimiento de elevación a juicio comenzaron a ser juzgadas madre e hija por el brutal asesinato de Justa Valenzuela (86) ocurrido en diciembre de 2017 en la localidad de 9 de Julio.

Las acusadas son Beatriz Martínez, de 52 años, y su hija Ludmila Betsabe Serrizuela, de 25. En tanto, un hombre de apellido Núñez está imputado como presunto partícipe secundario. Martínez se hacía pasar por una sobrina de la víctima, pero en realidad no tenía ningún parentezco.

Valenzuela apareció muerta el 6 de diciembre de 2017 por la mañana en el cementerio “Sagrado Corazón de Jesús” de la ciudad correntina de 9 de Julio. Un cuidador del lugar la halló sentada sobre una tumba con un crucifijo en la boca, la cara ensangrentada y cubierta de arena.

A simple vista, en el momento de la llegada de las autoridades policiales, todo apuntaba a una muerte de características violentas. En los brazos, rostro y cuello, las lesiones eran compatibles con una golpiza. Además, sus prendas de vestir presentaban manchas de sangre.


Luego de tres días, efectivos de la comisaría local a cargo del comisario Marcelino Cardozo obtuvieron la noticia que tanto esperaban. Familiares de la víctima viajaron desde Capital hasta la ciudad de Goya, donde el cuerpo estaba en la morgue del hospital en calidad de NN. Pudieron corroborar que se trataba de Valenzuela, que residía en el barrio Colombia Granaderos de la capital correntina. La gran incógnita en ese momento era cómo llegó hasta 9 de Julio.

Valenzuela residía sola en una vivienda ubicada en la manzana C, casa N° 56 del barrio Colombia Granaderos de la capital correntina.

De acuerdo con la pesquisa policial, la víctima fue engañada por los acusados que pretendían apropiarse de su vivienda y un terreno que ella se negaba a entregar. La trasladaron en un vehículo a 9 de Julio pero hicieron una parada en Bella Vista para almorzar. Fue asesinada violentamente y arrojaron su cuerpo en el cementerio.

Según el informe pericial de la forense, había fallecido por asfixia, por haberle introducido un crucifijo de más de 10 centímetros con papel plástico incrustado por la boca a la garganta, evitando así, que pueda recibir oxígeno.


Con el avance de la investigación fueron detenidas las dos mujeres y dos hombres más que habrían entregado un vehículo como parte de pago por la propiedad de Valenzuela.

Miércoles, 19 de mayo de 2021