"Nos preocupa el alto índice de niños en situación de riesgo. Ya no estamos hablando de jóvenes sumergidos en el consumo sino de niños", dijo Natalia Ruiz Díaz, integrante de Madres en Lucha.

Desde Madres en Lucha sostienen que en diferentes barrios capitalinos se puede observar a jóvenes que se inician en las drogas desde una temprana edad.
15 de Marzo de 2021
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Desde su lugar dentro de la organización que combate el consumo de sustancias, Ruiz Díaz alertó que en las últimas recorridas realizadas por los barrios capitalinos, particularmente en el barrio Galván, han detectado "niños de 8 años consumiendo alcohol y drogas".

"Es una realidad que lamentablemente pasa en todos los barrios", afirmó y agregó que "los pediatras muchas veces no dan a basto con esta problemática".

La situación que se advierte en la ciudad, se encuentra en sintonía con la encuesta que la SEDRONAR realzó en el 2017 respecto al aumento del consumo en menores:

- Abuso de alcohol: de los niños y adolescentes que consumieron alcohol en el último mes, 1 de cada 2 lo hizo de forma abusiva. Esto representa 82.453 niños y adolescentes

- Hay 2.299.598 de nuevos consumidores de alcohol en el último año de los cuales 319.994 son preadolescentes y adolescentes.



"La puerta de todo es el alcohol, luego siguen con la marihuana y las pastillas mezcladas con alcohol", detalló.

Dentro de los grupos más vulnerables a estas sustancias, se encuentran "los niños que limpian los vidrios en las avenidas, los que salen con el carro a buscar comida y hace su ingreso por jornada. Después se reúnen y empiezan a consumir en grupos", remarcó.

"Esto es muy común los fines de semana. Esto arranca los jueves y en el Pediátrico se ve como ingresan los niños alcoholizados. Es algo preocupante. Lo detectamos en muchos barrios periféricos de la ciudad. La mayoría termina en el hospital", insistió.

"Un niño de 8 años puede ser un adicto en potencia y las madres están preocupadas"

Uno de los grandes problemas que conlleva el flagelo de la droga, no es sólo el tratamiento para revertir la situación, sino también la detección temprana y la autoridad de los padres para que el chico pueda abandonar esos hábitos.

"Empezamos a observar, con el caso de un niño de 8 años, que puede llegar a ser un adicto en potencia. Con su corta edad manipulaba cualquier tipo de situación", explicó Natalia.

El menor no tenía una imagen de autoridad firme, ya que le decía a la madre o a la abuela que le compre una remera o zapatilla para ponerse a estudiar.

"El chico manejaba la situación. Fuimos testigos de esto y en varias casas" y que también es algo que los profesionales han registrado y empezaron a tratar con los padres.

"A veces son los padres los que consumen y crecen viendo eso", dijo al agregar otra de las caras complejas de la triste situación.

"Sabemos que en el Pediátrico hay un área de acompañamiento para el adolescente" pero es necesario ampliarlo hacia el área de Pediatría, insistió.

Martes, 16 de marzo de 2021