La Policía hizo nuevos procedimientos para esclarecer el crimen de Ricardo Ruiz Díaz, ultimado con disparos de escopeta. Apresaron a dos hombres. Uno de ellos era empleado de la citrícola donde ocurrió el crimen. Se refuerza la teoría de un ataque en ocasión de robo.

La Policía que investiga el asesinato del encargado de una quinta citrícola de Pago Arias, localidad de Mburucuyá, realizó nuevos allanamientos en los cuales detuvieron a dos hombres sobre quienes recaen todas las sospechas. Uno de ellos era empleado de la firma donde el viernes 26 de agosto se produjo el crimen. A la vez, vuelve a reforzarse la teoría de que el ataque fue en una ocasión de robo.

Los procedimientos, ordenados por la Justicia, sucedieron en dos viviendas de Mburucuyá. Allí, además de concretar las detenciones de los supuestos homicidas, de apellidos Fleitas y Medina, de 30 y 46 años, secuestraron teléfonos celulares y otros objetos que serán analizados en el marco de la pesquisa.

Efectivos de la comisaría local, de la División Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal, más el apoyo de personal de la Unidad Regional Siete y de la División Policía de Alto Riesgo (PAR) llegados desde Corrientes dieron forma a los recientes operativos que culminaron en la doble captura.

El Juzgado de Instrucción y Correccional de la ciudad de Saladas, donde se tramita la causa, recibió datos muy relevantes en el transcurso de la semana. En esa sede judicial, al menos dos personas que figuran como testigos habrían aportado información sumamente valiosa y demasiado comprometedora para los detenidos, según datos conocidos por diario época.

Trascendió que uno de los sospechosos trabajó hasta pocos días antes en la quinta donde la víctima, Ricardo Ruiz Díaz, de 51 años, era el encargado.

Aquel viernes 26 de agosto Ruiz Díaz fue ultimado de dos disparos de escopeta por la espalda cuando terminaba de llegar en un automóvil al predio cercano a la Ruta Provincial 13, a unos 15 kilómetros de Mburucuyá y distante otros 130 de la ciudad de Corrientes, aproximadamente.

La hipótesis a la que ahora los investigadores volvieron a darle fundamento señala que los responsables del crimen llegaron al lugar antes que su víctima. Lo hicieron bajo intenciones de robo, a sabiendas de que en la propiedad Ruiz Díaz (quien vivía solo) guardaba presuntamente algún dinero. Además, sabían de un dato concreto: los días sábado el encargado de la quinta realizaba el pago a los jornaleros que trabajaban en el lugar y, al parecer, los delincuentes presumían que en la casa también estaría ese efectivo.

El crimen se produjo a eso de las 19:30. La casa habitada por Ruiz Díaz se halla a la vera de un camino de tierra y los vecinos más cercanos estarían a más de 100 metros.

El dinero que el hombre debía usar para abonar a los empleados de la quinta fue hallado dentro del automóvil en el que había llegado. La suma sería de unos 55 mil pesos. Sin embargo, adentro de la propiedad faltaba otro monto no precisado.

Los detectives habrían confirmado que alguien ajeno a la vivienda accedió a su interior. Por ello, la versión más fuerte indica que los agresores serían dos. Uno entró aprovechando la ausencia de Ruiz Díaz a buscar el dinero a ser robado, pero como justo llegó la víctima, quien aparentemente hacía de “campana” terminó disparándole desde la oscuridad, al otro lado de una alambrada.

Los proyectiles dieron en la espalda y una pierna del quintero, quien malherido hizo unos pocos pasos antes de caer al suelo en la parte externa de la vivienda.

Las detonaciones fueron escuchadas por habitantes de la zona, quienes llamaron de inmediato a la Policía.

Cuando llegaron los efectivos encontraron al hombre tirado, ya sin vida, con múltiples lesiones de perdigones.

Al paso de los días, en la mira de los detectives hubo numerosos sospechosos. Desde el principio las sospechas apuntaron a alguien “conocido” de Ruiz Díaz. Se produjeron allanamientos y secuestro de armas de fuego a ser peritadas.

Pero de a poco esos sospechosos recuperaron la libertad. Hasta que apareció la nueva pista que incriminaría a los recientes detenidos como responsables directos del homicidio en aparente ocasión de robo.

Lunes, 26 de septiembre de 2016